Javier García Mora: "Nuestra Semana Santa refleja la diversidad de los habitantes de Elche"
Extraída de Elchediario.com
Desde el 14 de Junio de 2012, Javier García Mora es el presidente de la Junta Mayor de Hermandades y Cofradías de la Semana Santa Ilicitana. Esta es por tanto, su primera Semana Santa como máximo responsable, algo que tiene una connotación personal importante. Javier lleva participando en esta celebración desde hace 28 años. Comenzó como capurucho de la cofradía del Calvario, la que salía desde Salesianos, la antecesora de lo que luego ha sido El Cristo del Amor. Allí estuvo un año, hasta que se extinguió y entró de capurucho en la Hermandad de la Flagelación y Gloria. Después fue costalero de Maria Santisima de la Estrella, cuando procesionaba en “el seiscientos”, el trono pequeño que compartía con Maria Santisima de la Esperanza, (antes de constituirse como cofradía aparte). Ha sido costalero 15 años de María Santísima de la Esperanza, 8 años como secretario de La Hermandad de la Flagelación y Gloria. Y cuando Pepe Perez es elegido presidente de la Junta Mayor, accede a su petición de acompañarle como secretario de la entidad Mayor de la Semana Santa de Elche, cargo que ha ostentando durante 8 años.
Javier nos recibe con una sonrisa, pero con la timidez propia de la humildad. No es un hombre ruidoso, al contrario, cuando uno conversa con él, percibe inmediatamente la serenidad y la coherencia de aquel que está donde ha decidido estar con la razón y con el corazón… pero procurando siempre que su persona no le quite ni un ápice de protagonismo a la entidad que representa. Probablemente sus principales características para relacionarse con los demás sean su diplomacia y su carácter conciliador. Valora la tenacidad y la autenticidad, no es amigo de polémicas y se decanta más por lo que une que por lo que separa a las personas. Características vitales para alguien que tiene la responsabilidad de dirigir al colectivo social más grande de Elche.
Javier ¿Cuál es tu principal objetivo como presidente de la Junta Mayor?
Seguir trabajando por todas las cofradías y hermandades de la ciudad de Elche, cosa que ya había hecho como secretario, pero en otra faceta, con más responsabilidad, claro está. He intentado aportar un plus a cuestiones que durante estos 8 años como secretario, he creído que podían hacerse. Eso sí, con la ilusión de MUCHOS en el nuevo consejo de gobierno, en el que ha habido una renovación más o menos del 50%, incluyendo a personas que han estado trabajando en la sombra, incorporado a otros que nunca habían estado, y cofradías que no habían sido representativas antes.
¿Qué diferencia existe entre participar de la Semana Santa desde una cofradía y hacerlo dirigiendo la entidad que las representa a todas?
Cuando estás en una cofradía miras mucho hacia dentro, hablas de Junta Mayor y lo ves como algo lejano, distante, que
vienen a ponerte trabas… por lo menos eso es lo que veía yo cuando estaba en la Hermandad. Pero luego, cuando el foco de tu visión se amplía, ves el conjunto y la importancia de la unidad. Esto es algo que estamos intentando trasmitir desde el Consejo de Gobierno: que todos se sientan parte. Creo que esto lo hemos conseguido parcialmente con el Encuentro Provincial de Cofradías que organizamos en noviembre… y tendrá sus frutos. Las cofradías se han sentido miembros de la Semana Santa Ilicitana, y piensan en las otras cofradías.
¿Entonces la labor que se hizo para el encuentro marca un antes y un después en las relaciones entre las distintas cofradías?
Sí, por supuesto creo que ha sido muy positivo, tanto en la preparación como en la ejecución del proyecto, en temas como por ejemplo en la exposición que se montó en la Calahorra, en la que se vieron involucradas muchísimas cofradías. Por ejemplo, María Santísima del Dulce Nombre, de la Lanzada, que aún no sale en procesión, llevaba ropas de María Santísima de la Estrella, había ánforas de otras cofradías. En definitiva, que ha habido “gestos” que antes eran impensables. Y luego el trabajo físico que se ha hecho, y de trato entre miembros de cofradías diferentes, que ha sido muy positivo y nos ha servido para conocernos mucho mejor, para tener la visión, un poquito más global de lo que es la Semana Santa ilicitana.
¿Esto significa que se aplica el espíritu litúrgico de la Semana de la Pasión de Jesús?
Yo creo que sí. Insisto en que el encuentro ha sido muy positivo para esto, se ha abierto a muchas personas, se ha dado la oportunidad a que todas las cofradías aporten ideas para mejorar el proyecto inicial. En el tema Viernes Santo ha habido reuniones que hacía mucho tiempo que no se tenían, en la que no solamente se ha convocado al presidente o representante de la cofradía, sino al capataz del trono, al jefe de procesión, a los miembros de la organización de las procesiones de la Junta Mayor, para que todos se conocieran y aportaran ideas para mejorar el desfile procesional. Así hemos detectado que la Procesión General y Santo Entierro del Viernes Santo tenía sus fallos, dado que no existía una organización única. Y es que, si había 13 cofradías que participaban, cada una tenía una organización inconexa con el resto, cosa que no era razonable. Llevaban el ritmo que estimaban oportuno, paraban cuando querían, dejaban la distancia que creían pertinente. Ahora se ha conseguido que sean conscientes que es una sola procesión, y por consiguiente se necesita una sola organización. Esto es fundamental para que todos se sientan partícipes, que no haya tiempos muertos. Porque también hay que pensar que la persona que está en el público, lleva varias horas esperando, y en el momento que hay un corte de cinco o diez minutos, le estamos invitando a marcharse.
Pero el tema de la organización no es la única novedad para el Viernes Santo…
Al detectar que en los tramos finales de la procesión la gente se iba marchando, posiblemente como consecuencia de los cortes a los que hacía referencia, o de esa falta de ritmo… se ha realizado una modificación del itinerario, que supone que se recorra todo el casco histórico de la ciudad. Creemos que es positivo, porque transitar por calles más estrechas, más entrañables, incluso a nivel de fotografía más fotogénicas, calles muy bonitas… posiblemente le dé más intimidad, espiritualidad y recogimiento, al tramo final de la procesión.
Y es que se puede decir que en esta procesión del Viernes Santo hay dos ritmos, el que marcan las cofradías que son más expresivas, menos intimistas, y las que son de más recogimiento. La salida del Santo Sepulcro desde Santa Maria va a marcar el cambio de ese ritmo que requiere mayor intimidad. Es una procesión que puede contar con públicos diferentes: aquellos que son más seguidores de la música y los caramelos, en la versión quizás “festiva”, y los que optan por la manifestación que facilite la contemplación espiritual desde el recogimiento.
Teniendo en cuenta que las procesiones de Semana Santa en su origen pretendían ilustrar la pasión de Cristo como una catequesis plástica… ¿Tiene sentido hoy por hoy?
Yo creo que sí. Pensemos. Estamos en el año de la fe, de la nueva evangelización, creo que el nombramiento del nuevo
Papa, ha sido un revulsivo importante. Las cofradías son asociaciones publicas de fieles, somos Iglesia, entonces, cualquier manifestación en ese sentido es actual. Cuando tomé posesión y en “mi programa electoral”, los aspectos fundamentales, lo que pretendía… básicamente eran tres cosas: mejorar la organización de las procesiones, potenciar la caridad y la acción social, porque las cofradías no se han de limitar exclusivamente a procesionar tronos. Y un tercer aspecto: meditar e interiorizar más el motivo por el cual salimos a la calle, que en definitiva, es la misión de trasmisión del mensaje de Jesús a través del culto público.
Al hilo de esta cuestión y en un momento social tan difícil para muchas personas. ¿La familia de la Semana Santa Ilicitana en general y cada una de las cofradías en particular, tienen clara su vocación de caridad, o todavía falta camino por recorrer?
Se ha hecho un gran trabajo de concienciación en los 8 años anteriores, y nuestro consiliario Vicente Martinez, este año más todavía, está recalcando que haya austeridad pensando en los que lo están pasando muy mal…
En las dos grandes actividades que ha organizado la Junta Mayor en esta Cuaresma como el concierto de Semana Santa en la Basílica y el Certamen de Bandas y Tambores en el Gran Teatro, se ha pedido expresamente a los asistentes su colaboración tanto económica como con alimentos imperecederos para Cáritas. Creemos que hay que pensar en aquellos que los están pasando mal, por eso, además, se ha pedido a las cofradías que sean lo más austeras posible, que no hagan alardes ni realicen gastos superfluos
La Semana Santa de Elche tiene muchos matices… pero ¿Qué tiene de diferente o de especial respecto a otras celebraciones de poblaciones del entorno?
Elche tiene características propias. Domingo de Ramos, Domingo de Resurección, el tema genuinamente ilicitano que es la Trencà del guiò… Pero si se puede ver globalmente, hay cofradías que tienen aires andaluces que exteriorizan más el sentimiento, otras que son más austeras en su manifestación pública, y otras que son puramente levantinas… en definitiva una amalgama que refleja la diversidad de los habitantes de una ciudad históricamente acogedora y acogida como es Elche
¿Eso ha hecho que en ocasiones, los ilicitanos hayamos dejado en un segundo plano momentos tan emblemáticos como El Domingo de Ramos o el domingo de las Aleluyas?
Yo creo que esto sigue estando en auge porque los ilicitanos seguimos saliendo el Domingo de Ramos con alegría, y siguen siendo muchos los que siguen acompañando a Jesús Triunfante. Se está haciendo una labor muy importante, por parte del Ayuntamiento, en la que colaboramos nosotros para difundir la Semana Santa desde esta procesión, siendo una celebración declarada de interés turístico internacional. De hecho, en los últimos años se ven muchos visitantes de otras ciudades y nacionalidades y seguimos siendo portada de todos los informativos de las televisiones nacionales. Además después de unos años, teniendo en cuenta la idiosincrasia de la procesión de las palmas, se ha conseguido implantar una organización.
¿Y la organización de la procesión de las Aleluyas?
Este año por primera vez hemos organizando el tema de los cofrades que van con el cortejo de la Virgen, que son 1200 personas. Se han organizado por grupos entregando una credencial que permita que los cofrades vayan tutelados por alets o mayordomos. Además se van a suprimir los tiempos muertos que había tras el encuentro en Reina Victoria y se fusionaran los cortejos que van con la Virgen de la Asunción y con el Resucitado. Y es que hasta ahora, se ha dado el caso que el Señor está entrando en la Plaza Mayor, y la Patrona sigue prácticamente en el lugar donde se produce el encuentro. Todo esto ha sido fruto del trabajo, de convencer a las cofradías que no era razonable esa “anarquía” o desorganización que había… algo que se va a ver en la calle, y que estaban demandando los ciudadanos. Somos conscientes que a lo mejor todo el objetivo no se puede conseguir pero estamos seguros que con estas medidas y la concienciación de los participantes, en un par de años a lo sumo, estaremos ante una procesión como ha de ser, ganando en plasticidad y disfrutando mucho más de esta fiesta, ya sea desde dentro como desde fuera.
Al principio de nuestra conversación nos has dicho que llevas 28 años trabajando en la Semana Santa. ¿Qué tiene esto para que cuando uno entra permanezca unido para siempre?
Pues hay varios motivos… en mi caso me gusta trabajar con y por la gente, y cuando veo que algo puede mejorar en algún sentido me gusta aportar ideas. Eso y el trato, tengo en la actualidad muchísimos amigos, conozco a muchísimas personas gracias a la Semana Santa… y la cuestión religiosa claro está, porque haces un trabajo… Requiere mucho trabajo, muchas horas, muchas reuniones, muchas ausencias con la familia… pero bueno creo que merece la pena.
En estos casi 30 años ¿Un momento vivido en la Semana Santa, realmente emotivo para ti, que recuerdes especialmente?
Pues… cuando mis hijos se incorporaron a la Semana Santa llevando como costaleros el Trono de los Atributos de la Hermandad de la Flagelación y Gloria. Fue un momento de orgullo. También cuando fui pregonero de la Hermandad fue muy emotivo, porque manifesté lo que significó para mi el fruto del trabajo que realice esos años… y bueno, ser elegido Presidente de La JMC por la responsabilidad de representar a una entidad que tiene un gran nivel de todo tipo: humano, artístico, histórico, espiritual y que atesora grandes valores.
¿Qué esperas de esta semana santa, siendo la primera para ti como presidente?
Yo espero que sea una semana “seca”, que no llueva, ese es mi deseo… y que los ilicitanos perciban que se está mejorando, que evolucionamos, y que se van a encontrar cambios positivos, que se está trabajando y que se están obteniendo frutos, que notaran que hay otro aire. Porque hay muchas personas tremendamente implicadas trabajando mucho, y creando equipo y unidad en nuestra Semana Santa Ilicitana.
Javier nos recibe con una sonrisa, pero con la timidez propia de la humildad. No es un hombre ruidoso, al contrario, cuando uno conversa con él, percibe inmediatamente la serenidad y la coherencia de aquel que está donde ha decidido estar con la razón y con el corazón… pero procurando siempre que su persona no le quite ni un ápice de protagonismo a la entidad que representa. Probablemente sus principales características para relacionarse con los demás sean su diplomacia y su carácter conciliador. Valora la tenacidad y la autenticidad, no es amigo de polémicas y se decanta más por lo que une que por lo que separa a las personas. Características vitales para alguien que tiene la responsabilidad de dirigir al colectivo social más grande de Elche.
Javier ¿Cuál es tu principal objetivo como presidente de la Junta Mayor?
Seguir trabajando por todas las cofradías y hermandades de la ciudad de Elche, cosa que ya había hecho como secretario, pero en otra faceta, con más responsabilidad, claro está. He intentado aportar un plus a cuestiones que durante estos 8 años como secretario, he creído que podían hacerse. Eso sí, con la ilusión de MUCHOS en el nuevo consejo de gobierno, en el que ha habido una renovación más o menos del 50%, incluyendo a personas que han estado trabajando en la sombra, incorporado a otros que nunca habían estado, y cofradías que no habían sido representativas antes.
¿Qué diferencia existe entre participar de la Semana Santa desde una cofradía y hacerlo dirigiendo la entidad que las representa a todas?
Cuando estás en una cofradía miras mucho hacia dentro, hablas de Junta Mayor y lo ves como algo lejano, distante, que

¿Entonces la labor que se hizo para el encuentro marca un antes y un después en las relaciones entre las distintas cofradías?
Sí, por supuesto creo que ha sido muy positivo, tanto en la preparación como en la ejecución del proyecto, en temas como por ejemplo en la exposición que se montó en la Calahorra, en la que se vieron involucradas muchísimas cofradías. Por ejemplo, María Santísima del Dulce Nombre, de la Lanzada, que aún no sale en procesión, llevaba ropas de María Santísima de la Estrella, había ánforas de otras cofradías. En definitiva, que ha habido “gestos” que antes eran impensables. Y luego el trabajo físico que se ha hecho, y de trato entre miembros de cofradías diferentes, que ha sido muy positivo y nos ha servido para conocernos mucho mejor, para tener la visión, un poquito más global de lo que es la Semana Santa ilicitana.
¿Esto significa que se aplica el espíritu litúrgico de la Semana de la Pasión de Jesús?
Yo creo que sí. Insisto en que el encuentro ha sido muy positivo para esto, se ha abierto a muchas personas, se ha dado la oportunidad a que todas las cofradías aporten ideas para mejorar el proyecto inicial. En el tema Viernes Santo ha habido reuniones que hacía mucho tiempo que no se tenían, en la que no solamente se ha convocado al presidente o representante de la cofradía, sino al capataz del trono, al jefe de procesión, a los miembros de la organización de las procesiones de la Junta Mayor, para que todos se conocieran y aportaran ideas para mejorar el desfile procesional. Así hemos detectado que la Procesión General y Santo Entierro del Viernes Santo tenía sus fallos, dado que no existía una organización única. Y es que, si había 13 cofradías que participaban, cada una tenía una organización inconexa con el resto, cosa que no era razonable. Llevaban el ritmo que estimaban oportuno, paraban cuando querían, dejaban la distancia que creían pertinente. Ahora se ha conseguido que sean conscientes que es una sola procesión, y por consiguiente se necesita una sola organización. Esto es fundamental para que todos se sientan partícipes, que no haya tiempos muertos. Porque también hay que pensar que la persona que está en el público, lleva varias horas esperando, y en el momento que hay un corte de cinco o diez minutos, le estamos invitando a marcharse.
Pero el tema de la organización no es la única novedad para el Viernes Santo…
Al detectar que en los tramos finales de la procesión la gente se iba marchando, posiblemente como consecuencia de los cortes a los que hacía referencia, o de esa falta de ritmo… se ha realizado una modificación del itinerario, que supone que se recorra todo el casco histórico de la ciudad. Creemos que es positivo, porque transitar por calles más estrechas, más entrañables, incluso a nivel de fotografía más fotogénicas, calles muy bonitas… posiblemente le dé más intimidad, espiritualidad y recogimiento, al tramo final de la procesión.
Y es que se puede decir que en esta procesión del Viernes Santo hay dos ritmos, el que marcan las cofradías que son más expresivas, menos intimistas, y las que son de más recogimiento. La salida del Santo Sepulcro desde Santa Maria va a marcar el cambio de ese ritmo que requiere mayor intimidad. Es una procesión que puede contar con públicos diferentes: aquellos que son más seguidores de la música y los caramelos, en la versión quizás “festiva”, y los que optan por la manifestación que facilite la contemplación espiritual desde el recogimiento.
Teniendo en cuenta que las procesiones de Semana Santa en su origen pretendían ilustrar la pasión de Cristo como una catequesis plástica… ¿Tiene sentido hoy por hoy?
Yo creo que sí. Pensemos. Estamos en el año de la fe, de la nueva evangelización, creo que el nombramiento del nuevo

Al hilo de esta cuestión y en un momento social tan difícil para muchas personas. ¿La familia de la Semana Santa Ilicitana en general y cada una de las cofradías en particular, tienen clara su vocación de caridad, o todavía falta camino por recorrer?
Se ha hecho un gran trabajo de concienciación en los 8 años anteriores, y nuestro consiliario Vicente Martinez, este año más todavía, está recalcando que haya austeridad pensando en los que lo están pasando muy mal…
En las dos grandes actividades que ha organizado la Junta Mayor en esta Cuaresma como el concierto de Semana Santa en la Basílica y el Certamen de Bandas y Tambores en el Gran Teatro, se ha pedido expresamente a los asistentes su colaboración tanto económica como con alimentos imperecederos para Cáritas. Creemos que hay que pensar en aquellos que los están pasando mal, por eso, además, se ha pedido a las cofradías que sean lo más austeras posible, que no hagan alardes ni realicen gastos superfluos
La Semana Santa de Elche tiene muchos matices… pero ¿Qué tiene de diferente o de especial respecto a otras celebraciones de poblaciones del entorno?
Elche tiene características propias. Domingo de Ramos, Domingo de Resurección, el tema genuinamente ilicitano que es la Trencà del guiò… Pero si se puede ver globalmente, hay cofradías que tienen aires andaluces que exteriorizan más el sentimiento, otras que son más austeras en su manifestación pública, y otras que son puramente levantinas… en definitiva una amalgama que refleja la diversidad de los habitantes de una ciudad históricamente acogedora y acogida como es Elche
¿Eso ha hecho que en ocasiones, los ilicitanos hayamos dejado en un segundo plano momentos tan emblemáticos como El Domingo de Ramos o el domingo de las Aleluyas?
Yo creo que esto sigue estando en auge porque los ilicitanos seguimos saliendo el Domingo de Ramos con alegría, y siguen siendo muchos los que siguen acompañando a Jesús Triunfante. Se está haciendo una labor muy importante, por parte del Ayuntamiento, en la que colaboramos nosotros para difundir la Semana Santa desde esta procesión, siendo una celebración declarada de interés turístico internacional. De hecho, en los últimos años se ven muchos visitantes de otras ciudades y nacionalidades y seguimos siendo portada de todos los informativos de las televisiones nacionales. Además después de unos años, teniendo en cuenta la idiosincrasia de la procesión de las palmas, se ha conseguido implantar una organización.
¿Y la organización de la procesión de las Aleluyas?
Este año por primera vez hemos organizando el tema de los cofrades que van con el cortejo de la Virgen, que son 1200 personas. Se han organizado por grupos entregando una credencial que permita que los cofrades vayan tutelados por alets o mayordomos. Además se van a suprimir los tiempos muertos que había tras el encuentro en Reina Victoria y se fusionaran los cortejos que van con la Virgen de la Asunción y con el Resucitado. Y es que hasta ahora, se ha dado el caso que el Señor está entrando en la Plaza Mayor, y la Patrona sigue prácticamente en el lugar donde se produce el encuentro. Todo esto ha sido fruto del trabajo, de convencer a las cofradías que no era razonable esa “anarquía” o desorganización que había… algo que se va a ver en la calle, y que estaban demandando los ciudadanos. Somos conscientes que a lo mejor todo el objetivo no se puede conseguir pero estamos seguros que con estas medidas y la concienciación de los participantes, en un par de años a lo sumo, estaremos ante una procesión como ha de ser, ganando en plasticidad y disfrutando mucho más de esta fiesta, ya sea desde dentro como desde fuera.
Al principio de nuestra conversación nos has dicho que llevas 28 años trabajando en la Semana Santa. ¿Qué tiene esto para que cuando uno entra permanezca unido para siempre?
Pues hay varios motivos… en mi caso me gusta trabajar con y por la gente, y cuando veo que algo puede mejorar en algún sentido me gusta aportar ideas. Eso y el trato, tengo en la actualidad muchísimos amigos, conozco a muchísimas personas gracias a la Semana Santa… y la cuestión religiosa claro está, porque haces un trabajo… Requiere mucho trabajo, muchas horas, muchas reuniones, muchas ausencias con la familia… pero bueno creo que merece la pena.
En estos casi 30 años ¿Un momento vivido en la Semana Santa, realmente emotivo para ti, que recuerdes especialmente?
Pues… cuando mis hijos se incorporaron a la Semana Santa llevando como costaleros el Trono de los Atributos de la Hermandad de la Flagelación y Gloria. Fue un momento de orgullo. También cuando fui pregonero de la Hermandad fue muy emotivo, porque manifesté lo que significó para mi el fruto del trabajo que realice esos años… y bueno, ser elegido Presidente de La JMC por la responsabilidad de representar a una entidad que tiene un gran nivel de todo tipo: humano, artístico, histórico, espiritual y que atesora grandes valores.
¿Qué esperas de esta semana santa, siendo la primera para ti como presidente?
Yo espero que sea una semana “seca”, que no llueva, ese es mi deseo… y que los ilicitanos perciban que se está mejorando, que evolucionamos, y que se van a encontrar cambios positivos, que se está trabajando y que se están obteniendo frutos, que notaran que hay otro aire. Porque hay muchas personas tremendamente implicadas trabajando mucho, y creando equipo y unidad en nuestra Semana Santa Ilicitana.
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